Ragnarök (VIII parte)



Y encima nos encontramos, en el cuadro del Ragnarök, ante un mito de un Incendio Cósmico. Sutr se halla en su base. Poco sabemos de él, a pesar de su trascendental papel en la mitología nórdica. Está en el comienzo (custodia el reino de Muspellheim con una espada flamígera, al decir de Snorri) y está (casi) al final. Algo debiera haber atizado nuestra suspicacia: ni Snorri ni el Völuspá mencionan a Sutr luego del Ragnarök. Desaparece del mito y no interviene en el nuevo orden de cosas. Con todo, si pudo arruinar a la mayoría de los Äsir e incinerarlos, su poder sería más grande que el de ellos y debió de ocupar el puesto de Odín.

Sutr significa “negro”, nombre incongruente para ser ígneo, hasta que descubrimos a Agni, el dios hindú del fuego, llamado “espada negra”, cuando atraviesa la selva, y al punto vemos su rastro carbonizado. Mucho tiempo se recordó la más devastadora manifestación del viejo dios del fuego indoeuropeo, pues el Völuspá dice que Sutr, cuando acaudilla a los Hijos de Muspell en el Ragnarök: “Oh Agni, tú de quien proceden, como de un varón recién nacido, inextinguibles llamas, el brillante dios del humo se dirige al cielo, pues a los dioses te envían por mensajero. Tú, cuyo poder se dilata sobre la tierra, en el momento en que aprietas la comida entre las mandíbu
las, como un audaz ejército tu soplo se adelanta; con tu llama lamedora pareces arrancar la hierba...., tu claridad es como el rayo celeste; tú exhibes esplendor como el sol brillante”.

Los mitos del fuego cósmico no abundan tanto como los del diluvio, pero podemos citar ejemplos desde el Oriente (Palestina) hasta Occidente (aborígenes americanos). Uno de los últimos se encuentra ent
re los yana (California), que relata que cinco hombres fueron a robar el fuego de la cima de una montaña para su raza, que hasta entonces careciera de él. Al regresar, se les cayó el fuego y todo el mundo se incendió: hubo llamas en todas partes, las rocas se disgregaron con el calor, los lagos y ríos hirvieron, y una densa humareda lo cubrió todo. El robo del fuego y su consecuente castigo aparece también en la mitología griega personificado en Prometeo. En cuanto a los incendios universales, es posible que en todas partes haya partido la idea de un viejo recuerdo de cataclismo geológico o, simplemente, de incendio normal de proporciones pavorosas.



Ora es un dios, ora un demonio, quien incendia el mundo, peo siempre podemos asegurar que lo que arda será el mundo, no el cielo. Sutr aparece, desde luego, como un ser hostil a los dioses y a los hombres; pero fuese en el origen un dios o un demonio, se identificase primitivamente con Heimdallr o Loki, podemos tener la certeza de que fue un destructor del mundo, no del cielo. Los paganos nórdicos posteriores le convirtieron en un demonio ígneo con poder sobre los “alegres dioses”, siendo lo importante no que éstos resultaran aniquilados, sino por qué algunos hombres del Norte los aniquilaron.

Mitología Gemánica Ilustrada - Brian Branston - Ed Vergara

Las fotos e ilustraciones están en devianart.com


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