5. Hedin se entera sobre el Rey Hogni
Había un rey llamado Hjarrandi quien gobernó en Serkland. Tenía una esposa y un hijo llamado Hedin. Hedin creció hasta ser un hombre pronto, de excelente fuerza, estatura y habilidades. Se embarcó en su juventud a hacer la guerra y así se volvió un rey del mar e hizo incursiones en amplios territorios como España y Grecia y todas las tierras cercanas, tanto que tuvo a veinte reyes súbditos de él, que le pagaban tributo y mantuvieron sus tierras bajo su dominio.
Hedin se pasó el invierno en su casa en Serkland. Se cuenta que una vez Hedin fue a cazar con su séquito. Estando solo en un claro del bosque vio a una mujer de agraciado aspecto sentada en una gran y alta silla. Ella lo saludó cortésmente. Él preguntó su nombre, y ella le respondió: Gondul. Después de esto conversaron juntos. Ella le preguntó por sus hazañas, y él estuvo feliz de contarle todo. Le preguntó si ella conocía a algún rey valiente y robusto, o famoso y exitoso como él. Ella dijo que ella conocía a uno, en todo igual, y veinte reyes lo servían, "Nada menos que usted". Y ella dijo que se llamaba Hogni y que él vivía en Dinamarca.
"Todo lo que sé," dijo Hedin, "es que debemos probar cuál de nosotros es el mejor."
"Probablemente ya es tiempo de ir con sus hombres," dijo Gondul, "Ellos estarán buscándolo."
Después de eso ellos parten. Él va con sus hombres, pero ella se quedó sentada allí. Tan pronto como llegó la primavera, Hedin se preparó para salir. Tenía un “dragón” y trescientos hombres. Navegó hacia las tierras del norte, todo ese verano e invierno y llegó a Dinamarca esa primavera.
continúa: Capítulo VI
Hedin se pasó el invierno en su casa en Serkland. Se cuenta que una vez Hedin fue a cazar con su séquito. Estando solo en un claro del bosque vio a una mujer de agraciado aspecto sentada en una gran y alta silla. Ella lo saludó cortésmente. Él preguntó su nombre, y ella le respondió: Gondul. Después de esto conversaron juntos. Ella le preguntó por sus hazañas, y él estuvo feliz de contarle todo. Le preguntó si ella conocía a algún rey valiente y robusto, o famoso y exitoso como él. Ella dijo que ella conocía a uno, en todo igual, y veinte reyes lo servían, "Nada menos que usted". Y ella dijo que se llamaba Hogni y que él vivía en Dinamarca.
"Todo lo que sé," dijo Hedin, "es que debemos probar cuál de nosotros es el mejor."
"Probablemente ya es tiempo de ir con sus hombres," dijo Gondul, "Ellos estarán buscándolo."
Después de eso ellos parten. Él va con sus hombres, pero ella se quedó sentada allí. Tan pronto como llegó la primavera, Hedin se preparó para salir. Tenía un “dragón” y trescientos hombres. Navegó hacia las tierras del norte, todo ese verano e invierno y llegó a Dinamarca esa primavera.
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