El Lamento de Oddrun - Edda Mayor

EL LAMENTO DE ODDRUN

(Oddrúnargrátr)

Un rey había que se llamaba Héidrek; su hija se llamaba Borgny. El que era amante de ésta se llamaba Vílmund. No pudo ella dar a luz a su hijo hasta que llegó Oddrun, la hermana de Atli. Esta había sido la enamorada de Gúnnar, el hijo de Giuki. Sobre aquella historia se ha referido esto:

1 Oí yo decir en antiguos cantos
que una muchacha llegó a Mornaland.
En toda la tierra nadie sabía
cómo ayudar a la hija de Héidrek.

2 Súpolo Oddrun, la hermana de Atli,
que la niña pasaba terribles dolores;
de la cuadra sacó al que riendas llevan
y encima al negro le puso la silla.

3 Por llano camino llevó su caballo
hasta ya que llegó a la alta mansión;
en la sala alargada entró decidida;
quitó del corcel, del ligero, la silla
y así lo primero entonces habló:

4 «¿Qué portento se cuenta por estas tierras,
famoso entre todos en Hunaland?»



Una sierva dijo:

«En muy mal aprieto, se encuentra Borgny

tu amiga Oddrun., i V e tú de ayudarla! »

Oddrun dijo:


5«¿ Qué principe fue que la injuria le hizo?

¿Por qué tiene Borgny apremiantes dolores?»

La sierva dijo:

«Vílmund se llama el señor de vasallos;
bajo colcha caliente por cinco inviernos
con ella durmió, a escondidas del padre.»

7 No más, según creo, siguió la conversa;
allá a sus rodillas 1 sentóse la afable:
poderosos ensalmos Oddrun cantó 2,
la cantó a Borgny con grandes ensalmos.


8 Muchacha y muchácho al mundo vinieron,
del matador de Hogni 3 gozosos hijos;
exhausta la madre entonces habló,
la que antes palabra ninguna decía:

9 « i Ayúdente a ti los benignos poderes,
Frig y Freya, y también más dioses,
como tú de mi aprieto a mí me libraste! »

Oddrun dijo:

10 «Si te vine yo aquí a traer mi ayuda
no fue porque nunca tú tal merecieras:
la promesa cumplo que un día presté
de que a todos mi ayuda daría yo siempre
(siendo de nobles tomada la herencia) 4.»

Borgny dijo:

11«Desvarías, Oddrun, el seso perdiste,

pues tales palabras con ira me lanzas;
por la tierra contigo yo fui 5, sin embargo,
tan unidas las dos como hijas de hermanos.»

Oddrun dijo:

12 «Recuerdo yo aún qué dijiste una tarde
cuando yo para Gúnnar bebida hacía 6:
que cosa era aquella que nunca de otra,
sólo de mí, esperarse podía.»

13 La llena de penas sentóse entonces 7
a contar el dolor de su gran desdicha:

14«En sala de príncipes yo me crié,
de muchos mimada, atendida por hombres;
feliz de los bienes gocé de mi padre 8
los cinco inviernos que él me vivió.


15 Estas palabras el rey flaqueante
las últimas dijo, ya que moría:
me mandó que tomase el rojo oro
y al sur se lo diera al hijo de Grímhild 9.

16 Ninguna, él dijo, más alta señora
en el mundo habría, ayudando la suerte.
Mas a Brynhild el yelmo mandó que tomase,
dispuso que ella vaIkiria fuera.

17 Telas labraba en su alcoba Brynhild,

de dominios y hombres dueña y señora;
retumbaron la tierra y el alto cielo
cuando el burgo vio el matador de Fáfnir 10.

18 Manejóse entonces la espada gala 11
y el burgo de Brynbild quedó franqueado;
no mucho pasó, pasó poco tiempo,
antes que fue descubierto el engaño 12.

19 Fiera venganza de aquello tomó,
como muy claramente lo vimos todos:
por doquier en la tierra sabrán los hombres
que ella con Sigurd muerte se dio.

20 Mas a Gúnnar entonces, señor generoso,
el amor le di yo que Brynbild debiera.

21 Ofreciéronle a Atli rojas anillas,
no poco oro a mi hermano en pago 13.
También quince casas por mi le ofreció,
la carga de Grani 14, si él la quería.

22 Mas en modo ninguno Atli aceptó
del hijo de Giuki los dones de bodas;
mal, sin embargo, el amor vencimos:
recliné mi cabeza en el dueño de anillas 15.

23 Muchos allá mis parientes contaron
diciendo que juntos nos vieron ellos 16;
pero Atli, él dijo que en mi no cabia
que hiciese torpeza o cayese en falta.


24 Mas cosas son éstas que nunca por otro se han de negar, cuando amores median.

25 Mensajeros suyos Atll envió
por bosques oscuros que a mi me espiaran;
donde nunca debieran, allá que llegaron,
donde colcha echada temamos ambos.

26 Darles quisimos rojas anillas
porque ellos a Atli nada contaran,
pero a Atli prestos contáronle ellos
con toda premura tornando a casa.

27 Mas a Gudrun aquello bien lo ocultaron,
a quien tanto importaba haberlo sabido 17.


28 Estrépito oyóse de cascos de oro
al llegar a la casa los hijos de Giuki;
allá el corazón le sacaron a Hogni
y al nido de sierpes al otro echaron.

29 Había yo ido, aquella vez sola,
a la sala de Géirmund a hacer cerveza;
púsose el rey 18 a tocar el arpa
esperando el señor, el de alto linaje,
que irle pudiera a prestar mi ayuda.

30 Allá desde Hlésey 19 yo lo escuché,
el son de las cuerdas, su canto amargo;
a las siervas mandé que todo alistaran,
salvar quería la vida del rey.

31 Surcando las aguas el barco llevamos,
divisé ya de Atli sus casas todas.

32 Miserable entonces reptando salió
- ¡así se pudriera! - la madre de Atli 20;
a Gúnnar ella le entró al corazón y no pude yo salvar al glorioso.

33 Todavía, oh Bil del jergón de la sierpe,
no sé cómo puedo seguir viviendo,

yo que al guerrero , al osado en el riesgo,
más que a mí misma pensé lo amaba.


34 Aquí me escuchaste las muchas desdichas
de ellos y mías que yo te conté.
¡Cada uno su vida en el mundo goza!
Acabado es ahora el lamento de Oddrun.»

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