Los Dioses de los Germanos - G. Dúmezil- 5º parte

continuación...

c]
Ynglingasaga (principio de la división de la Heimskringla (caps. 1,2,4,5,):

1.
Se trata aquí de la división de las tierras. El círculo del mundo que habita la humanidad está cortado por golfos; grandes mares que proceden del océano exterior lo penetran. Se sabe que un mar se extiende desde el Paso Angosto [el estrecho de Jibraltar] hasta el país de Jórsala [Jerusalén]. Desde este mar, un profundo golfo marino va hacia el norte; es llamado el mar Negro, y separa dos tercios de la tierra. El del este se llama Ásiá, el del oeste Európá según unos, Éneá para otros. Pero al norte del mar Negro se extiende la Gran Suecia, o Fría Suecia [Rusia]. Hay quien dice que la Gran Suecia no es menor que el Gran Serkland [África del Norte]; otros la igualan con el Gran Bláland [África].

La parte septentrional de la Gran Suecia está deshabitada, a consecuencia del frío y la helada, al igual que la parte m
eridional del Bláland está desierta a causa del ardor del sol. En la Gran Suecia hay numerosas y vastas provincias, y también pueblos de muchas razas y muchas lenguas. Hay allá gigantes y enanos, y negros también, pueblos pasmosos de muchas especies, y también animales y dragones de espantoso tamaño.

Del extremo norte, de montañas que caen más allá de todo rumbo habitado, un río desciende a través de la Gran Suecia; su verdadero nombre es
Tanais [el Don], pero era llamado antiguamente Tanakvisl [kvísl= brazo de río] o Vanakvísl; llega al agua abierta en el mar Negro. En las Vanakvísil estaba la comarca llamada Vanaland o Vanaheimr [país de los Vanes]. Este río separa dos tercios de la tierra: al este, lo que llaman Ásiá, al oeste, Európá.

2.
Óðinn. Al este de la Tanakvísl estaba lo que llamaban el Ásaland o Ásaheimr [país, patria de los Ases], y la fortaleza- capital que estaba en la comarca se llama Ásgarðr. Y en esta fortaleza vivía un jefe que se llama Óðinn. Era un gran lugar de sacrificio. Era allá costumbre que hubiese doce hofgoðar [sacerdotes de templos]. Debían regular los sacrificios y los juicios entre los hombres; eran llamados díar [¡nombre irlandés de los dioses!] o drótnar [reyes]. Todo el pueblo les debía servicio y reverencia.

Óðinn era un gran guerrero, circulaba mucho y se apropiaba muchos reinos. Tan victorioso era que ganaba todas las batallas. De ahí que sus hombres creyeran que disponía, como de un don natural, de la victoria en todas las batallas. Cuando enviaba a sus hombres a la batalla o a otra misión, acostumbraba imponerles previamente las manos en la cabeza y darles su bendición; creían ento
nces que harían buen camino. También era usual entre sus hombres, cuanta vez se hallaban en peligro en mar o tierra, invocar su nombre, y pensaban recibir siempre auxilio; se creían del todo protegidos donde él estuviese. A menudo andaba tan lejos por el extranjero que pasaba largos años de viaje...

4.
La guerra contra el Van. Óðinn marchó con su ejército contra los Vanes, pero resistieron en firme y defendieron su país, y hubo victorias alternadas. Cada parte devastó el rumbo de la otra y causó perjuicios. Y cuando unos y otros se hartaron, celebraron una conferencia, concluyeron la paz e intercambiaron rehenes. Los Vanes dieron a sus personajes más distinguidos, Njörðr el rico y su hijo Frey; los Ases, recíprocamente, al que se llamaba Hoenir, de quien dijeron era de lo más indicado para ser jefe. Era un hombre grande y muy hermoso. Con él enviaron los Ases al llamado Mímir, hombre sapientísimo. Y los Vanes dieron en intercambio a aquel de su tropa que era el más inteligente; se llamaba Kvasir.

Cuando Hoenir llegó al Vanaheimr, lo hicieron jefe incontinenti. Mímir le señalaba todas las decisiones [es decir, le indicaba todo lo que había que decir o hacer] y , cuando Hoenir estaba en los Þing o en las asambleas sin tener a su lado a Mímir y le sometían algún caso difícil, siempre respondía lo mismo:__¡ Que decidan otros!_ decía. Entonces los Vanes sospecharon que los Ases los habían engañado cuando el intercambio de hombre. Cogieron a Mímir, lo decapitaron y enviaron la cabeza a los Ases. Óðinn la tomó, la ungió con hierbas para que no se corrompiese, pronunció sobre ella cantos mágicos y le dio el poder de hablarle y decirle muchas cosas secretas.

Óðinn estableció a Njörðr y a Freyr como sacerdotes sacrificadores y fueron díar entre los Ases. La hija de Njörðr era Freyja; fue sacerdotisa sacrificadora. Fue ella quien enseñó por vez primera a los Ases la forma de magia llamada
seiðr, que usaban los Vanes. Mientras Njörðr estuvo entre los Vanes, tuvo a su hermana por esposa, pues tal era la ley de aquellos, y sus hijos eran Freyr y Freyja. Pero entre los Ases estaba prohibido que se casaran parientes tan cercanos.




FUENTE: LOS DIOSES DE LOS GERMANOS - GEORGES DÚMEZIL - Traducción Juan Almela - Siglo XXI editores

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