La Saga de Yngvar El Viajero -C 7

Capítulo 7

De Yngvar y Rey Jolf

Después de todo esto, Yngvar y sus hombres se fueron y exploraron esta punta que habían alcanzado. Encuentran un castillo allí y ven dentro de él un gran vestíbulo. Y cuando entraron en el vestíbulo vieron que estaba ricamente decorado y encontraron un gran acervo de tesoro y artículos de valor. Luego Yngvar preguntó si alguien quería quedarse y pasar la noche allí y ver lo que podría encontrar. Soti dijo que él no le importaba hacer eso. Y cuando el anochecer llegó, Yngvar volvió a los barcos con sus hombres, y Soti se escondió en alguna parte.

Y cuando se había atrasado, el diablo se apareció ante él en forma de un hombre y dijo, “Siggeus fue un hombre, fuerte y poderoso. Él tuvo a tres hijas. A ellas él les dio mucho oro. Pero cuando murió, fue sepultado allí donde usted vio al dragón ahora mismo. Después de su muerte, la mayor envidiaba el oro de sus hermanas y el tesoro. Ella se mató. La segunda hermana encontró el mismo destino. La tercera de ellas vivió más y tomó la herencia de su padre y la tutela de este lugar, y no sólo mientras ella vivió. Ella nombró este cabo y le llamó Siggeum. Ella llena el vestíbulo cada noche de una multitud de diablos, y soy uno de ellos, enviado para traerle noticias a usted. Pero los dragones comieron el cadáver del rey y los cuerpos de sus hijas. Algunos creen que se han convertido en dragones. Sepa esto, Soti, y dígale a su rey, Yngvar, que Rey Harald de Suecia vino así hace mucho tiempo y pereció en el remolino del Mar Rojo conjuntamente con su compañía, y él ahora es el guardián aquí. Y como prueba de mi cuento, aquí está guardado en este vestíbulo el estandarte de Rey Harald, e Yngvar obtendrá eso y se lo enviará a Suecia, a fin de que no estén en ignorancia sobre lo que fue de su rey.

Esto también dirá a Yngvar, que en este viaje él morirá junto con una gran parte de su tripulación. Pero usted, Soti, sea malo y desleal, y así es que usted se quedará con nosotros. Pero Yngvar será ayudado por esa fe que él tiene en Dios.”

Cuándo el diablo había dicho esto, él guardó silencio. Hubo un gran estrépito y gritos la noche entera. Pero cuando la mañana llegó, Yngvar llegó, y Soti le dijo lo que él había visto y había oído. Y cuando Soti hubo terminado su cuento, allí con todo el mundo observando él cayó muerto.
Ahora Yngvar toma el estandarte que estaba en el vestíbulo, y va con sus hombres para sus barcos. Él da la vuelta y le pone nombre a esa gran cascada y la llamó Belgsoti. Nada muy distinto ocurrió hasta que llegaron al área de Rey Hromund, que fue otro nombre para Jolf.

Y cuando vienen navegando una segunda vez para la ciudad de Heliopolis, Rey Jolf salió al encuentro de ellos con una flota de barcos y le dijo a Yngvar que baje sus velas, “por ahora usted me debe prestar ayuda en contra de mi hermano Bjolf, quien es también Solmund llamado, porque él y sus ocho hijos quieren robarme el reino.”

Luego Yngvar fue a la ciudad, y se prepararon para batalla. Yngvar construyó ruedas grandes con puntas y las puntas alrededor. Él también forjó bolas de hierro con puntas.

Ahora ambos reyes juntan sus fuerzas y alcanzan el lugar que tienen decidido entre ellos. Y aun cuando Yngvar había formado sus tropas, Bjolf tenía por lejos la mayoría en hombres. El rey Jolf preparó sus fuerzas en contra de su hermano. Y cuando ambos lados estuvieron preparados, rugió el grito de guerra. Yngvar y sus hombres llevaron hacia adelante las ruedas, con todos sus armamentos especialmente preparados, y causaron gran pérdida de vida, y las filas enemigas estaban arruinadas. Entonces Yngvar llegó a su flanco desprotegido y mató a todos los hijos de Rey Bjolf, y Bjolf mismo escapó.

El rey Jolf luego apuró a casa duramente y persiguió a la hueste que escapa, pero Yngvar le ordenó a sus hombres quedarse atrás y les dijo que no vayan demasiado lejos de los barcos, “nuestros enemigos los podrían tomar. Mejor para usted es obtener una gran carga de botín de nuestros enemigos que hemos matado aquí.”
Recogieron tesoros de muchas clases y mucho botín y lo llevaron a los barcos.

Luego Jolf vino con su ejército, y él prepara sus líneas de batalla da el grito de guerra, esto tomó por sorpresa a Yngvar, y él le ordenó a sus hombres hacer marcha atrás. Pero cuando hicieron eso, él les hizo tirar abrojos bajo los pies de sus enemigos. Sin saber lo que ocurría, los hombres de Jolf no podrían hacer nada para protegerse. Y cuando sintieron el filo de las puntas, pensaron que tenían magia en contra. Pero Yngvar estaba de regreso en las tiendas, y escogieron para ellos una masa de tesoro allí. Luego vieron a un gran grupo de mujeres que comenzó a tocar una bella música y llegaron a las tiendas. Pero Yngvar les dijo a ellos que eviten a las mujeres como si fueran las peores culebras venenosas. Pero cuando la noche llegó y el ejército se dispuso dormir, las mujeres entraron a las tiendas, y la señora que estaba en más alta jerarquía escogió la cama de Yngvar y se metió adentro a su lado. Él se enojó entonces y tomó su cuchillo y le clavó a ella un puñal en las partes pudendas.

Y cuando sus hombres vieron lo que él hizo, comenzaron a apartar a la fuerza a estas mujeres vergonzosas, aunque hubo algunas de ellas que se acostaron con ellos. Pero cuando Yngvar oyó de esto, la alegría en la plata y el placer en el vino se volvieron una gran pena, por ahí a la mañana, cuando pasó lista, dieciocho hombres yacieron muertos. Luego Yngvar les ordenó a enterrar a los muertos.


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