En 1995, Philip Pullman publicó "Northern Lights (Luces del norte)", la primera parte de su trilogía "His Dark Materials (La materia oscura)". La novela recibió numerosos galardones, entre ellos la Medalla Carnegie, el premio más importante que se concede en Gran Bretaña a obras de narrativa infantil. Sin embargo, la etiqueta de "libro de niños" le hace poca justicia a esta trepidante novela de aventuras; al igual que "Alicia en el país de las maravillas", tiene a una niña por protagonista, y como "El Señor de los Anillos", crea un complejo universo fantástico; pero apunta mucho más alto. "La materia oscura" es ni más ni menos que una versión moderna del "El paraíso perdido" de Milton, una indagación sobre el mundo y sobre Dios, donde la física cuántica (que aquí recibe el nombre de "teología experimental") se codea con la mitología nórdica y donde renacen los daimones del gnosticismo. El año pasado, transcurridos más de diez años desde la publicación del primer tomo, se estrenó su versión cinematográfica, cuyo título coincide con el que se le puso a la novela en USA (La brújula dorada). Si bien el furibundo ataque de Philip Pullman contra la Iglesia quedó algo suavizado en la película, en USA hubo reacciones inmediatas. El presidente de la Liga Católica, Bill Donahue, hizo un llamamiento a boicotear la película, considerando que las novelas en que se basa "denigran al cristianismo y promueven el ateísmo entre los niños". "Esta película es el anzuelo para los libros", afirmó, y acertó plenamente con su vaticinio; Philip Pullman se congratula de ello, como también celebra que la obra haya sido vetada en numerosas bibliotecas.
Anahí Seri, para Rebelión -------------------------------------------------------------------
Philip Pullman confiesa estar encantado por el hecho de que su novela Northern Lights (publicada en España con el título La brújula dorada) haya sido uno de los libros más “vetados” del año en EEUU; se han hecho numerosos llamamientos para que fuera retirado de las bibliotecas.
La novela infantil de Pullman, cuyo título en EEUU es The Golden Compass, ocupa el cuarto puesto entre los libros más vetados en 2007, según la Asociación de Bibliotecas Americanas (American Library Association, ALA), que recibió 420 quejas formales dirigidas el año pasado a bibliotecas o colegios en relación con “contenidos y temas inapropiados”.
En su escrito a guardian.co.uk esta mañana, Pullman dijo que su primera reacción al enterarse de las cifras más recientes había sido de “júbilo”. “En primer lugar, es obvio que había conseguido enojar a muchas personas hipercríticas y, en segundo lugar, toda prohibición animaría a los lectores interesados a desplazarse de la biblioteca, donde no podían hacerse con el libro, a las librerías, donde sí lo podían conseguir” dijo Pullman, haciendo referencia a las anteriores objeciones planteadas en relación con la película La brújula dorada, las cuales, según afirmó, habían aumentado vertiginosamente las ventas del libro.
Este razonamiento viene apoyado por una promoción que anuncia libros censurados, publicitada por las librerías Borders. De acuerdo con uno de los compradores de la cadena, Rob Hughes, ha tenido “mucho éxito”, generando un interés considerable por libros que en el pasado han sido prohibidos en diversos lugares del mundo.
“Es una forma de comparar la moralidad de hoy con la del ayer”, dijo, añadiendo que Borders no tiene previsto añadir los libros de Pullman a esta promoción. La brújula dorada, el primer título de la aclamada trilogía La materia oscura de Pullman, entró en la lista de la ALA justo después de And Tango Makes Three, de Justin Richardson y Peter Parnell, The Chocolate War de Robert Cormier y Olive’s Ocean de Kevin Henkes.
Según dijo la ALA, la novela La brújula dorada fue vetada por su “punto de vista religioso”.
Pullman dijo que prohibir un libro por razones religiosas era “la peor razón de las que se esgrimían”.
“La religión les proporciona a sus adherentes unas sensaciones malignas, embriagadoras y moralmente corrosivas. Destruir la libertad intelectual siempre es un acto malvado, pero sólo la religión consigue que uno se sienta tan bien al cometer actos malvados”, afirmó.
Esta semana se celebra la 27ª Semana anual de los Libros Prohibidos de la ALA, durante la cual bibliotecas y librerías por todos los EEUU celebran actos destinados a dar a conocer públicamente la censura de libros.
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