EL CICLO MÍTICO LONGOBARDO VI

La Guerra con Imelot

Unos días más tarde, cuando los jóvenes embajadores habían recobrado completamente su salud y fuerza, Constantino quedó consternado al enterarse de que Imelot, Rey del Desierto de Babilonia, estaba a punto de declararle la guerra, y preguntaba cómo podría encontrar un adversario universalmente temido. Rother, viendo su perplejidad, al instante expresó voluntariamente sus servicios, agregando que si Constantino liberaba a los embajadores, quienes eran hombres muy valientes y les permitía luchar, no había duda de que se llegaría a salir victorioso en la guerra. El emperador con mucho gusto siguió este consejo, y pronto se establecieron con Rother y todos sus compañeros.


Los dos ejércitos encontraron al anochecer y acamparon uno al frente del otro, con intención de empezar la batalla al amanecer. Durante la noche, sin embargo, Rother y sus compañeros entraron furtivamente al campamento del enemigo, los guardas de Imelot, lo ataron y amordazaron, Asprian lo cargó afuera de su tienda de campaña y su campamento, mientras sus compañeros derrotaron a toda la hueste babilónica.

Algunas horas más tarde regresaron al campamento de Constantino, dónde se dispusieron a descansar. El emperador, entró a su tienda de campaña en la mañana para regañarlos por su pereza, pero vio a Imelot cautivo, y escuchó la historia del trabajo nocturno. Estaba tan contento con la gesta de sus aliados que satisfactoriamente estuvo de acuerdo con su regreso a Constantinopla para anunciar la victoria, mientras él y su ejército se adueñaban del Desierto de Babilonia y de todos los vastos tesoros de Imelot.

Rother y sus compañeros regresaron de prisa a Constantinopla y entraron apresuradamente en el palacio; Pero en lugar de anunciar la victoria le dijeron a la emperatriz y a Oda que Constantino había sido derrotado, que Imelot estaba en camino de tomar la ciudad, y que el emperador los había enviado para trasladar a su esposa e hija a un lugar seguro, con sus tesoros más valiosos.

Leyendas de le dad Media - Ciclo de mitos longobardos - capítulo V . H. A. Guerber

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