Saga Hrómundar Gripssonar - cap IV

Capítulo IV


Navegaron al oeste hacia el galo y pronto encontraron el túmulo. Y después de que seis días habían pasado, llegaron a una entrada en el túmulo. Vieron a un gran hombre feo que sentado en una silla, de piel azul y robusta, todo vestido en oro, tanto que relucía. Él charló mucho y sopló el fuego.
Hromund preguntó ahora quién entraría al túmulo, y dijo que quienquiera que lo hiciera debía escoger tres tesoros para él.
Vali dijo: "Nadie daría su vida de buena gana para eso. Hay sesenta hombres aquí, y ese troll nos matará a todos."
Hromund dijo: "Kari se habrían atrevido a hacer esto, si él estuviera vivo,"--y agregó que él estaba listo para descender en el túmulo, aunque sería mejor si él fuese con otros. Hromund bajó con una cadena. Era entonces de noche. Y cuando él llegó al fondo, encontró mucha riqueza y la juntó.
En días postreros Thrain había sido rey de los galos, y había logrado todo por hechicería. Hizo mucho mal, hasta que él fue tan viejo que él ya no quiso conocer adversidad, por lo que entró vivo al túmulo y llevó mucha riqueza con él.
Ahora Hromund vio donde una espada colgaba de un pilar. Él la bajó, la tomó le se la ató con una correa y fue adelante y dijo: "Yo hablaré con usted antes de que deje túmulo, ya que usted no me detiene. ¿Qué está mal contigo, estás allí, viejo? ¿No estás de acuerdo que mientras yo junté tu tesoro tú estás sentado en silencio, maldito perro? ¿Había algo en tus ojos cuando veías que yo tomaba tu espada y joyas y muchos de tus otros tesoros?"
Thrain le dijo que él parecería de poco valor si él se quedara sentado silenciosamente en su silla,--"yo tengo poco deseo de luchar. Pero me debo haber vuelto un gran cobarde, si puedes robar mi riqueza. Yo te niego mi tesoro. Tú me verás muerto primero."
Entonces Hromund dijo: "Sería decente si te levantaras, pusilánime y acobardado, y tomar la espada de atrás mío, si usted se atreve. ''
El drow dijo: "Éso no es un hecho, llevar una espada en mi contra, quién está armado. Yo probaré mi fuerza contigo y lucharé."
Hromund tiró abajo la espada y confió en su propia fuerza. Thrain observó y fue hacia su caldero. Sopló el fuego, y ahora estaba listo para comer fuera del caldero. Un gran fuego quedaba entre sus pies, y el caldero estaba lleno de carne de cabra. Él llevaba puesto una piel pintada de oro. Ambas manos eran nudosas, y sus uñas corvas encima de las puntas de sus dedos.
Hromund dijo: "Levántate de la silla, cobardemente esclavo, y toma tu riqueza". Entonces el drow dijo: "Ahora quisiera que nosotros tengamos una digna conversación, ahora desafías mi coraje."
Día pasó, y el crepúsculo cayó, y creció la oscuridad en el túmulo. Entonces el drow fue a luchar con Hromund, pero él lanzó abajo su caldero. Hromund tenía la ventaja de la fuerza, y ellos fueron tan duros las rocas y piedras saltaron. Entonces el drow se cayó en su rodilla izquierda y dijo: "Tú me derribas, y ciertamente eres un hombre valiente."
Hromund dijo: "Estás sin apoyo para sostenerte. Eres un gran cobarde como Máni el granjero dijo."
Thrain se volvió loco, y llenó el túmulo con un mal humo . Entonces le puso sus garras en la parte de atrás de la cabeza a Hromund y fracturó el hueso de su lomo y dijo: "No te quejes de esto, aunque el juego se vuelve tosco y yo he herido tu garganta, de modo que ahora debo abrirte en dos todavía vivo. ''
"Yo no sé," dijo Hromund, "de donde semejante pariente de gato ha venido a este túmulo."
El drow dijo: "Tú naciste de Gunnlod. Todos los que son así."
"Malvada voluntad es," dijo Hromund, "que me arañes mucho". Ellos lucharon largo y duro, y todo a su alrededor temblaba, hasta que Hromund derribó al drow con una patada. Por entonces se había puesto muy oscuro.
Entonces el drow dijo: "Ahora quieres mi consejo habiendo obtenido mi espada. Yo he vivido mucho tiempo en mi túmulo y he gozado de mi riqueza, pero nada bueno vino de ese tesoro, aunque pienses que es bueno. Yo nunca quise que usaras Mistiltein, mi espada buena, para dañarme."
Hromund soltó la espada entonces y la apoyó en su rodilla, y dijo: "Me dices ahora, a cuántos hombres derrotaste en duelos con Mistiltein."
"Cuatrocientos y veinte," dijo el drow, "y yo nunca recibí un roce. Probé mi habilidad con el Rey Seming que gobernó Suecia y él vio que yo sería pronto el vencedor."
"Mucho tiempo la has tenido," dijo Hromund," ha sido dañino con los hombres, y yo haré que tu mueras primero."
Él golpeó la cabeza del drow, y lo quemó en el fuego, y salió del túmulo. Entonces los hombres preguntaron cómo Thrain y él habían partido. Él dijo que él tuvo la oportunidad,--"entonces yo golpeé en su cabeza."
Hromund guardó tres tesoros que encontró en el túmulo, un anillo, un collar y Mistiltein. Todos los otros consiguieron dinero. Entonces el Rey Olaf navegó lejos de allí, al norte hasta su reino, y después su tierra fue bien renombrada.

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