Saga de Gautrek - Cap VII

Este fragmento de la Saga de Gautrek, lo transcribo para que puedan compararlo con el anterior fragmento de Georges Dúmezil, que tiene detallado el texto de Saxo Gramatico, referido a Starcatherus.

El texto a continuación pertenece al libro Sagas Islandesas de los Tiempos Antiguos - de Santiago Ibánez Lluch - Editorial Miragüano.



VII

STARKAD CAUSA LA MUERTE DEL REY VÍKAR

El rey Víkar se convirtió en ungran guerrero; tenía muchos guerreros selectos consigo que eran excelentes pero Starkad era el mejor considerado de todos ellos y el más caro al rey, pues él era el que allí ocupaba el asiento de honor frente al rey, además de ser su consejero y el encargado de la defensa del país. Recibía numerosos obsequios del soberano. El rey Víkar le regaló un anillo que pesaba tres marcos, y Starkad le cedió la isla de Thruma, la cual se la había dado el rey Harald a Stórvirk, su padre. Estuvo quince veranos con el rey Víkar, tal y como él mismo dice:

Me regaló Víkar
mineral francés,
el anillo rojo
que llevo en lamano,
de tres marcos,
y yo a él Thruma;
pertenecía a su hueste
quince inviernos.

El rey Víkar partió de Agdir rumbo norte, hacia Hördaland, y llevaba una numerosa tropa. Fondeó largo tiempo en unos islotes, pues se levantó un fuerte viento contrario. Para obtener viento favorable echaron las varillas del destino y resultó que Odín deseaba que un hombre del ejército fuera colgado a sorteo. Entonces echaron suertes entre la tropa y salió la del rey Víkar. Ante lo cual todos permanecieron mudos, y se decidió que al día siguiente los consejeros celebrarían una asamblea sobre esta difícil cuestión.

Esa noche, hacia la mitad de la misma, Grani Cabellera de Corcel despertó a Starkad, su hijo adoptivo y le pidió que fuera con él. Toman un bote pequeño y reman hasta una isla alejada de los islotes y próxima a la costa. Desembarcaron y se dirigieron hasta un bosque; en él encontraron un claro. En el claro había mucha gente, pues se celebraba una asamblea. Once hombres permanecían sentados en sus asientos, pero el duodécimo estaba vacío.
Avanzaron hasta la asamblea y entonces Grani Cabellera de Corcel ocupó el duodécimo asiento. Todos saludaron en aquel momento a Odín. Éste dijo entonces que los jueces debían decidir el destino de Starkad.
Tomó entonces Tor la palabra y dijo:



_Álfhild, abuela paterna de Starkad, escogió como padre para su hijos a un gigante extraordinariamente inteligente en vez de a Tor de los Ases, y yo decido esto para Starkad: que no tenga hijos ni hijas, y que su linaje finalice de esta manera.

Odín replicó:
__Yo le asigno esto: que viva el tiempo de tres vidas humanas.

Tor continuó:
__Realizará una infamia en cada una de esas vidas.

Odín repuso:
__Yo le otorgo esto: que posea siempre las mejores armas y los mejores ropajes.

Tor añadió:
__Yo le impongo esto: que nunca tenga tierras ni reino.

Odín propuso:
__Yo le concedo esto: que posea abundantes bienes muebles.

Tor manifestó:
__Yo le obligo a que nunca crea poseer lo suficiente.

Odín respondió:
__Le concedo la victoria y el valor en todos los combates.

Tor proclamó:
__Yo le impongo que ne cada combate reciba gravísimas heridas.

Odín expuso:
__Le otorgo el don de la poesía, para que componga versos al tiempo que hable.

Tor objetó:
__Nunca recordará lo que componga.

Odín declaró:
__Esto le concedo: que sea considerado el más alto entre los hombres más distinguidos y el mejor de todos.

Tor sentenció:
__Será odiado por toda la gente.

En aquel instante los jueces decidieron para Starkad todo lo que habían considerado y se levantó la sesión. Grani Caballera de Corcel y Starkad regresaron a su bote.

Entonces le dijo Grani Caballera de Corcel a Starkad:
__Bien me debes recompensar, hijo mío, por la ayuda que te he prestado.
__Así lo haré__ respondió Starkad.
Grani Cabellera de Corcel añadió:
__Tendrás que enviarme al rey Víkar y yo te aconsejaré cómo hacerlo.

Starkad asiente. Entonces Grani Cabellera de Corcel le puso en su mano una lanza y le dijo que adquiriría el aspecto de un tallo de junco. Regresaron después junto a la tropa cuando estaba despuntando el día.

A la mañana siguiente los consejeros se dirigieron a la asamblea para deliberar. Se pusieron de acuerdo en que realizarían algún sacrificio simulado y Starkad propuso un plan. Cerca de ellos había un pino silvestre y junto a éste un tronco cortado de cierta altura. En la parte inferior del pino había una rama muy delgada que ascendía hasta el ramaje. En aquel instante los siervos estaban preparando la comida y allí había una ternera muerta y desventrada. Starkad ordenó coger los intestinos del animal. Luego subió Starkad al tronco y dobló la rama delgada y la enlazó con las tripas de la ternera.

Entonces le dijo Starkad al soberano:
__Ya tienes lista la horca, rey, y no parece en absoluto peligrosa. Aproxímate y yo te haré un nudo al cuello.

El rey contestó:
__ Aunque este ingenio no parezca un peligro para mí espero que no me cause ningún daño, pero si ocurre de otro modo, el destino habrá decidido lo que tenga que suceder.

A continuación se subió al tronco y Starkad colocó la soga alrededor de su cuello y luego se bajó de aquél.

En aquel momento Starkad pinchó al monarca con el tallo y exclamó:

__Ahora te entrego a Odín.
Entonces soltó la rama del pino. El tallo de junco se transformó en una lanza y atravesó al rey.El tronco se deslizó bajo sus pies y las tripas de la ternera se transformaron en un mimbre muy rígido; la rama se elevó y levantó al soberano hasta la copa y allí murió. Aquel lugar se llama ahora Víkarshólmar.

Por estos hechos fue muy odiado Starkad por parte de toda la gente, y por esta acción tuvo que huir por primera vez de Hördaland. Después de esto se marchó apresuradamente de Noruega hacia el este, hacia el reino de los suecos, y permaneció allí largo tiempo con los reyes de Upsala, Eirek y Alrek, hijos de Agni el esposo de Skjálf, y estuvo en expediciones guerreras con ellos. Cuando Alrek le preguntó a Starkad qué noticias podría darle de sus parientes y de él mismo, Starkad compuso el poema que se llama Víkarsbálkr En él se habla de la muerte del rey Víkar:

Milité en la hueste de aquel
a quien consideré más valiente,
y a quien más aprecié
en mi existencia,
antes de ir
__los trols lo provocaron__
a Hördaland
por última vez.

Por esta acción
Tor me impuso
el nombre de traidor
y calamidades de diverso tipo;
deshonrado, se me obligó
a realizar el mal.

En el alto árbol
tuve que sacrificar
al noble Víkar,
matador de Geirthjóf;
atravesé el corazón
del soberano con la lanza,
ésa fue mi más triste
hazaña.

Me alejé de allí
vagando por sendas salvajes
odiado por los de Hördaland,
con sombríos pensamientos,
habituado antes a los anillos
y a los elogios,
sin señor ahora,
con el ánimo abatido.

Me dirigí
a Suecia,
residencia de los Ynglingos,
a Upsala;
aquí me tienen,
según recuerdo,
por taciturno narrador
los hijos del rey.

Se puede apreciar en Starkad que ésta es la peor de todas sus acciones y la que resultó más monstruosa, el momento en que asesinó al rey Víkar, y no hemos oído relatos [que afirmen]que se estableciera en Noruega desde entonces.
Cuando Starkad estaba en Upsala había allí doce Berserkir al servicio de los reyes, y eran muy violentos, y burlones con él, y los más furiosos eran dos hermanos, Úlf y Ótrygg. Starkad permanecía callado y los berserkir lo llamaban gigante reencarnado y traidor, como él mismo dice:

Aquí me colocaron
entre jóvenes,
humillado en exceso
a mí, de cejas ya grises;
los jefes son crueles conmigo,
se burlaron de mí,
demasiado arrogantes
con el escalda del rey.

Creyeron
ver en mí
rasgos de gigante,
ocho brazos
cuando Hlórridi
en los acantilados del norte
le arrancó las manos
al Matador de Hergrím.

Se ríen los hombres del príncipe
cuando me ven
la repugnante testa,
el largo hocico,
el pelo gris como el de un lobo,
los brazos colgantes,
y el cuello quebrado
de piel arrugada.

Cuando Eirek y Alrek se establecieron en su residencia, Starkad partió a saquear con el barco que el rey Eirek le había regalado, pues lo había dotado de noruegos y daneses. Recorrió muchos países, trabó combates y duelos y siempre logró la victoria, y ya no aparece más en esta saga

El rey Alrek tuvo una vida corta, pues finalizó cuando el rey Eirek, su hermano, lo golpeó hasta matarlo con las bridas una vez que salieron a cabalgar para ejercitar sus caballos.
Después de esto el rey Eirek gobernó solo Suecia largo tiempo, como contará más tarde en la saga sobre su relación con Hrólf Gautreksson.

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