Los Dioses de los Germanos - G. Dúmezil

I
Dioses Ases y Dioses Vanes


Los papeles principales de la mitología escandinava __ la mejor descrita, o más bien la única descrita de las mitologías germánicas__ son repartidas entre dos grupos, los Ases ( æsir, sing. áss) y los Vanes (vanir, sing. vanr). Son mencionadas algunas otras especies divinas, como los Elfos (alfar, sing. alfr), pero no incluyen ninguno de los grandes dioses, ni siquiera alguno de los dioses conocidos por su nombre. El sentido que haya que atribuir a esta coexistencia de los dioses Ases y los dioses Vanes constituye el problema fundamental. Todo cambia en las exposiciones de altnordische, y por ende de altgermanische Religiongeschichte, según se le dé una u otra de las soluciones que han sido propuestas, y con él topa sin remisión todo nuevo intento de la interpretación, de orientación inclusive, de la mitología.

Ningún texto ofrece, didácticamente, la definición general y diferencial de estos dos grupos divinos. Pueden caracterizarse no obstante, sin esfuerzo, examinando sus principales representantes. La distinción es tan clara que, cuando menos a grandes rasgos, concuerdan los exegetas de todas las escuelas. Al lado de Týr, sensiblemente más pálido,los dos Ases más notables son Óðinn y Þórr, y los tres más típicos de los Vanes son Njöðr, Frey y Freyja. Por mucho que excep
cionalmente hagan otra cosa, estos últimos son ante todo, los tres, ricos y dispensadores de riquezas, patrocinan la fecundidad y el placer (Freyr, Freyja), la paz también (Freyr), y están vinculados topográfica y económicamente, a la tierra que produce cosechas (Njöðr, Freyr), al mar que enriquece a los gobernantes (Njöðr), Óðinn y Þórr tienen otros cuidados. Ni uno ni otro, verdad es, se desentiende de la riqueza ni de los productos del suelo, pero cuando llega a nuestro conocimiento la religión escandinava, los centros de gravedad de su acción caen por otros rumbos: uno es el más alto de los magos, dueño de las runas, jefe de la sociedad divina entera, patrono de los héroes vivos y muertos; el otro es el dios del martillo, el enemigo de los gigantes, a quienes su furor le hace semejante a veces; su nombre lo designa como "dios que truena" y, si ayuda al campesino en el trabajo de la tierra, es, aun según el folklore moderno, de un modo violento, como subproducto de su batalla atmosférica. A lo largo de los capítulos siguientes exploraremos en detalle estas breves caracterizaciones, pero bastan para demostrar en qué se oponen los Vanes, muy homogéneos, y los Ases, más variados en sus vocaciones.

Por lo que toca a sus relaciones, son de dos clases, según se considere la práctica cultural con el estado de cosas divino que la sustenta, o las tradiciones sobre los o
rígenes lejanos de tal estado de cosas, sobre lo que pudiera llamarse la prehistoria divina.

En la actualidad religiosa, Ases y Vanes viven en perfecto acuerdo, sin querella ni celos, y este entendimiento permite a los hombres, para las plegarias y el culto en general, asociarlos son precaución; permite asimismo a los poetas olvidar de vez en cuando que los Vanes son Vanes y designar con la denominación de Ases una comunidad divina de la que se aprecia ante todo la unidad. La asociación es expresada a menudo en una enumeración de tres términos que pone de manifiesto una nítida jerarquía, con los Ases primero, como superiores a los Vanes:
Óðinn, Þórr y Freyr (a veces, en el tercer lugar, Freyr y Njöðr; más rara vez el dios Freyr cede su puesto a la diosa Freyja) resumen tan a menudo las necesidades y las imaginaciones de los hombres, y en circunstancias tan variadas, y en partes tan diversas del mundo escandinavo, que ya no hay más remedio que tener dicha fórmula por significativa. He aquí los principales ejemplos:
Cuando Adán de Bremen, en los últimos tiempos del paganismo, conoció la religión practicada en el templo de Upsala por los habitantes del Upland sueco, se resumía sensiblemente en tre ídolos que habitaban codo a codo el edificio, abriendo a los creyentes un abanico de devociones (Gesta Hammaburgensis Ecclesiae Pontificum, IV, 26-27):

En este templo, todo adornado de oro __ escribe el viajero alemán__, el pueblo adora tres estatuas de dioses, Thor, el más poderoso, está sentado en medio, con Wodan a su diestra y Fricco a su izquierda. Las significaciones de estos dioses son las siguientes: Thor, dicen, es el amo de la atmósfera y gobierna el trueno y el rayo, los vientos y las lluvias, el buen tiempo y la cosecha; Wodan, o sea el Furor, dirige las guerras y da al hombre la valentía contra los enemigos; el tercero es Fricco, que procura a los mortales la paz y la voluptuosidad, y cuyo ídolo está dotado de un miembro enorme.
Tienen sacerdotes agregados a todos sus dioses, que presentan los sacrificios del pueblo. Si amenazan peste o hambre, es al ídolo Thor al que hacen ofrenda; para la guerra, a Wodan; y si han de ser celebradas bodas, a Fricco.

continúa...

FUENTE: LOS DIOSES DE LOS GERMANOS - GEORGES DÚMEZIL - Traducción Juan Almela - Siglo XXI editores


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