Welland /Volund
Juzgando por las pruebas sobrevivientes encontradas en los nombres de lugares y en el Cofre Franks, podemos estar muy seguros de que Welund era un dios o ser imaginario que fue venerado y celebrado mucho por los anglo - sajones. Welund era un dios-herrero que era capaz de crear la armadura más protectora y estupenda y forjar las mejores armas. Y, a diferencia de casi todos los dioses anglosajones o seres de mitología, tenemos la evidencia física del Franks Casket (Cofre de Franks) que nos muestra qué apariencia tenía Welund y cómo nuestros antepasados lo percibían visualmente en realidad. El cofre de Franks es una caja hecha en el reino de Northumbria de hueso de ballena que se calcula de más de 1300 años. Los paneles del ataúd están perfecta y detalladamente esculpidos con diseños que indican lugares de la leyenda cristiana clásica y anglosajona. Y esto sólo muestra lo importantes que son las leyendas y mitos de Welund el herrero para las personas anglosajonas, para tenerlo retratado junto con la leyenda de la entonces nueva religión cristiana. Y podemos ver esto como otro ejemplo de cómo la creencia anglosajona nativa se relacionó con la nueva religión para moldear una sociedad que reverenció tanto la religión vieja como la nueva religión, durante un tiempo.
En literatura tenemos menciones numerosas de Welund, y las menciones que se relacionan con qué experimentado era en su arte de crear el más preciado y protectora indumentaria para la lucha. En el poema Beowulf leemos:
...”Si soy derrotado en batalla, manda mis vestimentas de batalla al rey Hygelac: la cota de malla, la armadura, el yelmo y mis ramas, que son una herencia de Hrethel mi madre, y fueron trabajadas por Weland, el mejor herrero y artesano que haya tenido cabida bajo el cielo. Wyrd toma sus propias decisiones, y ni siquiera los dioses pueden alterarlas.”
Y un ejemplo de literatura que indica la destreza de Welund al forjar las mejores armas puede ser encontrado en el poema anglosajón Waldere. Aquí leímos acerca de la espada Mimming, una de las espadas más famosas en el mito germánico:
'Seguramente el trabajo de Welund no traiciona a ningún hombre que puede sujetar Mimming fuertemente.'
Y un ejemplo final de literatura puede ser la lectura en el poema Deor. En este poema no sólo leemos sobre el metal forjado artesanalmente, pero más conocido de Welund es la leyenda sobre el encarcelamiento de Welund en manos de rey Nithhad. Nithhad deja lisiado a Welund y le obliga a que forje toda clase de joyas y armaduras. Durante su encarcelamiento Welund planea su venganza, que resulta en el asesinato de los dos hijos de Nithhad, después de que cubre sus cráneos de plata, y el seducir a la hija de Nithhad: Beadohild. Después de que todo esto termina se fuga con un artefacto alado que fabricó.
Visualmente el Cofrecito Frank nos muestra aquello que el poema Deor nos dice en palabras.
En uno de los paneles del cofre vemos a Welund que trabaja aunque encarcelado por Nithhad. Nosotros también vemos el cuerpo acéfalo de uno de los hijos de Nithhad que ponen en el suelo con su cabeza decapitada es sostenida por Welund con un par de tenazas
En nombres del lugares tenemos la Herrería de Wayland, (Wayland es una versión más moderna del nombre Welund) que es un nombre que los anglosajones dieron a una larga cámara de túmulo antigua que ellos creían era el lugar de trabajo del propio Welund.
Aquí se decía que Welund se pasaba su tiempo que haciendo armaduras y armas de héroes y forjando herraduras para los caballos. Una leyenda que rodea esto es que si un viajero va a la izquierda de su caballo y lleva dinero para el pago en la herrería, en un corto tiempo, él podría volver para encontrar el dinero tomado como pago y el caballo con nuevas herraduras en sus patas.
Cerca de la herrería puede encontrarse también el Caballo de Uffington , una figura de un caballo grande tallado en el lado de una colina. Y no es sorprendente, con el arte de Welund para hacer herraduras a caballos que el Caballo de Uffington se asoció con los mitos Welund. Y un ejemplo de la fuerza que rodea los mitos de Welund y su herrería es tan tardía como que los niños del siglo 19 fueron conocidos por visitar la herrería para escuchar el tintinear del martillo de Welund como él trabajaba a lo lejos.
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