Edad media- Merlín, ¿mago de leyenda o personaje histórico?



En el mundo mítico de las leyendas artúricas Merlín ocupa un lugar privilegiado. Es el profeta y el mago, el educador y el consejero del rey, el que obtuvo para su soberano la espada Excalibur, el hijo del diablo y el inventor de la Tabla Redonda, un oportuno testigo de los misterios del Santo Grial, y, al final, el hechicero hechizado por una seductora jovencita, Vivian, a la que por amor había instruido en sus trucos de magia.
Desde su aparición en la Historia de los reyes de Britania y la Vita Merlini, del clérigo Geoffrey de Monmouth (hacia 1240), la figura del sabio Merlín ha viajado ampliamente por la literatura europea. Aunque fue el docto autor de esa fabulosa Historia quien le dio su nombre definitivo y lo intrudujo en la literatura artúrica, él no lo inventó, sino que recreó en su prosa y en sus hexámetros latinos la leyenda de un personaje de raigambre céltica: Myrddin Emrys. Éste, hijo de un diablo y una joven virgen, es mencionado ya en la crónica galesa de nenio (en el siglo X), en un famoso episodio; era un "niño sin padre" el cual, ante el rey Vortigern, se salva de la muerte gracias a su don adivinatorio: revela que la torre que el rey quería construir, pero que se derrumbaba una y otra vez, se alza sobre un lago que oculta a dos dragones dormidos.
Reconocido como sabio, Myrddin emite otras profecías sobre los destinos de Britania, y como mago realiza la proeza de trasladar desde Irlanda los megalitos que conforman Stonehenge y los erige en círculo cerca de Glastonbury, en cuya abadía, según dice la leyenda, descansa Arturo.
Este Myrddin galés, nacido en Caermarten (Caer Myrddin), se sincretiza con un adivino de aire druídico, Lailoken, recordado por San Kentigern, un profeta enloquecido por los horrores bélicos y retirado al bosque Celidonio, en la frontera escocesa.merlín también ayuda al rey Uter Pendragon a tomar la apariencia de Gorloin, duque de Cornualles, a penetrar de noche en su castillo y a acostarse con su bella esposa, Igraine, con la que engendra el futuro rey Arturo. Otros escritores le añadieron luego más méritos: la invención de la Tabla Redonda o ser el mentor de Arturo, entre otros.

Geoffrey Ashe es un gran experto en las leyendas artúricas(su primer libro sobre Avalon y Glastonbury es de 1956, pero cita aquí otros más recientes). Analiza muy a fondo la creación del personaje, y rastrea sus raíces y huellas en la geografía local. Y concluye que en su origen mitológico remoto Merlín fue un dios británico (tal vez una aventurada conclusión). Luego analiza su influencia en la literatura moderna (Mark Twain, C.S. Lewis, T.H. White, John Steinbeck...). En cambio, no menciona otros famosos libros sobre Merlín (por ejemplo de Paul Zumthor y Jean Markale), sino solamente algunos ingleses. La lectura de esta obra puede complementarse con el claro y sabio trabajo de Santiago Gutiérrez, Merlín y su historia (Madrid, Alianza, 1999)

Carlos García Gual
Universidad Complutense
National Geographic Historia Nº 48


Publicar un comentario

0 Comentarios