Sigurdr



Nacimiento de Sigurd

Cuentan que Hjordis dio a luz un hijo varón, y que el niño creció junto al rey Hjálprekr. Al rey le encantaba mirar los penetrantes ojos que tenía el niño, y decía que no había nadie que lo igualase, ni siquiera que se le pareciese. Lo asperjaron con agua (La aspersión es un ritual de carácter pagano muy común entre las tribus germánicas, que nada tiene que ver con el bautismo cristiano, y cuyo cometido es el de dar personalidad jurídica al recién nacido) y le dieron el nombre de Sigurdr (Es el héroe de la saga, correspondiente al Sivrit de Nibelungenlied Vivía en los Países Bajos el hijo de un noble rey. El nombre del padre era Sigmundo y el de la madre Siglinda. Allí abajo, a la orillas del Rin, tenía su magnífica residencia, castillo muy famoso llamado Xanten (Nivel.41)).

Todos coincidían en que nadie se le podía comparar ni en compostura ni en fortaleza. Creció junto al rey Hjálprekr rodeado de cariño. Y por lo que se dice, Sigurdr sobrepasó a todos los hombres mas ilustres y los reyes de las antiguas sagas en ánimo y en habilidad, en vigor y en valor, virtudes que poseía en mayor medida que ningún otro habitante del hemisferio norte (En la geografía de las sagas islandesas equivale a la Europa continental).

El tutor de Sigurdr se llamaba Reginn (Reginn es el herrero que forja la espada de Sigurdr) y era hijo de Hreidmarr. Le enseñó buenos modales, el juego de los escaques y el arte de las runas, a hablar varios idiomas, como correspondía a un hijo de rey, y muchas más cosas. (La figura del tutor es de enorme importancia en las sagas islandesas. A ellos se encarga la educación de los jóvenes nobles, a los que en muchos casos siguen acompañando una vez llegados a la edad adulta. )

Descripción de Sigurdr

Su pelo era castaño y hermoso y tenía enormes rizos. La barba era espesa y corta, del mismo color que el cabello. Tenía una gran nariz, la cara ancha y las mejillas pronunciadas. Sus ojos eran tan penetrantes que no se lo podía mirar mucho tiempo. Tenía los hombros tan anchos que parecía estar viendo dos hombres. Su cuerpo estaba bien proporcionado tanto en altura como en complexión, y era difícil encontrar mas armonia. Era tan alto que cuando llevaba la espada Gramr, que medía siete palmos, si estaba en medio de un campo de centeno, la punta de la vaina quedaba por encima de las espigas. Su fuerza era superior a su tamaño. Sabía usar la espada con maestrÍa, arrojar lanzas, afilar flechas, manejar escudos, tender el arco y montar a caballo, habiendo aprendido todos estos menesteres caballerescos en su juventud.

Era un hombre sabio, que conocía el porvenir y entendía el trinar de los pájaros. Por ello era raro que se viera sorprendido por acontecimientos inesperados. Era un elocuente orador que nunca empezaba un discurso que no pensara terminar, y así todos creían que el asunto no podía estar sino como él decía. Le encantaba ayudar a los suyos y emprender grandes hazañas, privar de riquezas a sus enemigos y repartirlas entre sus amigos. No le faltaba coraje y nunca había sentido miedo. Su escudo era muy elaborado, estaba recubierto de oro rojo y llevaba grabada la figura de un dragón. La mitad superior era marrón y la inferior morada. Llevaba el mismo escudo grabado en el yelmo, en la silla y en la cota de mallas. La coraza era de oro, y todas las armas, y por ello, nada más ver a Sigurdr uno podía saber de su gran gesta, haber matado al dragón gigante que los varegos (Los varegos o varengos son soldados escandinavos que sirvieron a los emperadores de Constantinopla entre los siglos X y XI. Sin embargo, hay que recordar que este pasaje se inspira directamente en material de origen centroeuropeo, donde el término varego adquiere un sentido mucho más amplio, equivalente a escandinavo en general.) llamaban Fáfnir. Y dado que todas sus armas eran de oro y de colores brillantes, superaba con mucho a todos los demás hombres en galantería y en gallardía y en todas las demás cualidades. Y cuando se habla de los guerreros más valientes y de los jefes más ilustres, siempre se dice que él era el mejor, y su nombre se ha extendido de boca en boca hasta las costas septentrionales del mar de Grecia, y así será mientras dure el mundo.

Apariciones de Odin en la vida de Sigurdr

Odin aparece varias veces en el transcurso de la vida de Sigurdr. La primera es cuando le indica el camino a tomar para encontrar el mejor caballo. Le indica también la forma de elegirlo y le dice que ese caballo desciende de Sleipnir, el mejor de todos los caballos. El caballo que Sigurdr llamó Grani y resulto ser un animal excepcional. Por algo lo había elegido el mismo Odin.

La segunda vez ocurre en su viaje para vengar la muerte de su padre. Cuando navegaban ante un risco alguien gritó hacia la nave y preguntó quién comandaba la hueste. Le respondieron que su jefe era Sigurdr Sigmundarson, el mas ilustre de todos los jóvenes de la época.

El hombre respondió Todos dicen que ningún hijo de rey puede hacerle sombra. Me gustaría que amainarais las velas de una de vuestras naves y me dejarais subir a bordo Al preguntarle por su nombre el respondió:
Hnikar me llamaba cuando deleitaba a Huginn, el joven volsungo, y así combatí. Ahora llamadme Viejo de la Montaña, Fengr o Fjolnir. Quiero subir a bordo.
Viraron hacia tierra e hicieron subir al viejo a la nave. Entonces se calmó el temporal y siguieron navegando hasta que arribaron al reino de los hijos de Hundingr. En ese momento Fjolnir desapareció.

La tercera vez que vuelve a aparecer es cuando Sigurdr cava el pozo para sorprender al dragón, nuevamente Odin mostrandose como un viejo de largas barbas le dice que no es muy inteligente de su parte solo cavar un pozo, que debería cavar varios pozos para que la sangre fluya hacia ellas.

Hazañas de Sigurdr
Sigurdr creció teniendo como tutor a Reginn. Un día éste le cuenta sobre un tesoro que se encuentra custodiado por un gran dragón y le cuenta que este dragón era su hermano que se había quedado con una recompensa que los Ases tuvieron que pagar a consecuencia de la muerte de su otro hermano, Ortr (la nutria). No solo se había quedado con el oro sino también había asesinado a su padre y se había escondido en un lugar solitario para no compartirlo con nadie.

Sigurdr juró que el lo mataría pero antes debía vengar la muerte de su padre y sus familiares. Reunieron una gran hueste excelentemente preparada, barcos y armas de todo tipo, de forma que su viaje resulto de lo mas majestuoso. Sigurdr iba al timón del drakkar más grande e imponente. Pocos días mas tarde fueron sorprendidos por una gran tormenta y el mar se volvió rojo como la sangre. Sigurdr no ordenó que amainaran velas, a pesar de que podían rasgarse, sino que las tensaran aún más.

Al llegar estalló una cruenta batalla, podían verse volar por el cielo grandes lanzas y flechas, las hachas golpeaban con fuerza, los escudos se hacían pedazos y las corazas se rompían, se hendían los yelmos, se partían los cráneos y muchos soldados caían a tierra. Y cuando llevaban mucho tiempo luchando Sigurdr se lanzó contra el enemigo empuñando la espada Gramr. Hizo trizas a hombres y caballos y luchó contra los soldados con los brazos ensangrentados hasta los sobacos. Todos huían apenas se les acercaba, y no valía contra él ni yelmos ni corazas. Nadie había visto hasta entonces nada parecido. La batalla fue larga y hubo muchas bajas y duros enfrentamientos. Y a golpes llegó hasta donde estaban los hijos de Hundingr. Sigurdr propinó tal golpe al rey Lyngvi que le partió el yelmo, la cabeza y el pecho bajo la coraza. También mató a su hermano y a sus hijos. Sigurdr volvió a su casa tras la flamante victoria, cargado de riquezas y de fama procuradas gracias a esta campaña. A su regreso celebraron festejos en su honor por todo el reino.

Después de esto, Reginn y Sigurdr salieron en busca del dragón Fáfnir. Llegaron al lugar y vieron las huellas de éste, por lo tanto Sigurdr comenzó a cavar un pozo para poder sorprenderlo a Fáfnir cuando saliera de su escondite.

Cuando Fáfnir sale de su escondite y pasa sobre el pozo, Sigurdr hunde su espada en el cuerpo del dragón hasta el mango y lo mata, no antes de que Fáfnir pueda decirle que el que tome el tesoro estaba maldecido y que acabaría con la muerte de él como de cualquier otro que lo posea.

Reginn quiere traicionar a Sigurdr y le pide que cocine el corazón de Fáfnir y se lo entregue para comer, pero antes de esto, Sigurdr prueba la sangre de Fáfnir y entonces comienza a comprender el lenguaje de los pájaros que le avisan de la traición de Reginn, sin dudarlo Sigurdr toma su espada y le corta la cabeza. Luego cabalga hasta el escondite de Fáfnir y toma el tesoro, entre los que se encontraban joyas de esplendido valor, una espada mágica y un anillo.

Cuando llega a las tierras de los francos encuentra dormida a Brynhildr y al despertarla ésta le dice que fue Odin quien la había puesto a dormir hasta que a ella llegara un hombre que jamás allá sentido el miedo. Se prometen en compromiso los dos.



La maldición del Tesoro

Sigurdr parte a ver un rey llamado Gjúki el cual tenía por hijos a Gunnarr, Hogni y Guttormr, también tenía una hija llamada Gudrún.

La madre de Gudrún se llamaba Grímhildr, experta en artes de magia y luego de recibir con grandes homenajes en su honor a Sigurdr, se da cuenta que el no deja de pensar en Brynhildr así que prepara una poción mágica que, cuando Sigurdr la toma olvida por completo a Brynhildr. Luego de pasar una temporada allí el rey le pide a Sigurdr que acepte a su hija Gudrún como esposa, y este acepta.

Mas tarde Grímhildr habla con su hijo Gunnarr para que pida la mano de Brynhildr y que vaya acompañado de Sigurdr.

Cuando llegan hasta donde ella estaba encuentran una cortina de fuego que impedía el paso, Gunnarr trata de pasarla con su caballo pero no puede hacerlo, entonces le pide a Sigurdr que intercambien sus aspectos y que la cruce él. Sigurdr no tiene problemas en cruzarla y llega hasta la casa donde se encuentra Brynhildr. Se presenta ante ella como Gunnarr y le pide su mano, ella se sorprende porque sabía que el único capaz de cruzar la cortina de llamas era Sigurdr pero acepta la proposición.

Se casan y hacen grandes festejos, hasta que un día caminando hacia el ríío con su cuñada Gudrún tienen una discusión donde ella le dice que el que cruzó la llama no fue Gunnarr sino su esposo Sigurdr y que cambio su anillo de compromiso por otro del tesoro de Fáfnir. Brynhildr muy enojada amenaza a Gudrún con vengarse.

Se encierra en su dormitorio y no quiere salir ni comer nada, Gunnarr pensando que esta enferma va a verla y ella le dice que descubrió la verdad, que no fue él quien galopó a través de la llama, que su corazón pertenecía al mas valiente guerrero Sigurdr, y que desde ahora solo deseaba matarlo y vengarse de la malvada Grímhildr.

La muerte de Sigurdr


Brynhildr esta decidida, no compartiría dos hombres y uno de ellos debía morir, o Sigurdr o Gunnarr.

Le pide a Gunnarr que matara a Sigurdr, que si no lo hacía ella se iría y no la volvería a ver. Gunnarr desesperado tiene que elegir entre o romper un pacto de parentesco hacia Sigurdr o perder a su esposa. Decide que el dolor más grande sería perder a Brynhildr y planea con su hermano Hogni la forma de hacerlo. Deciden que Guttormr debería matarlo ya que el no estaba presente cuando hicieron el pacto de parentesco firmado por Sigurdr con Gjúki y sus otros dos hijos. Le dan a tomar una pócima a Guttormr para que se vuelva fiero y avaricioso y así pudiera matar a Sigurdr. El no sabía nada de este engaño, no podía combatir contra el destino ni contra su día postrero, tampoco se esperaba una traición como ésta. Un día de mañana Guttormr entró al dormitorio de Sigurdr y mientras dormía le clavó una espada y salió del dormitorio no antes que Sigurdr despertara y le arrojara su espada Gramr matándolo también a éste.

Al conocer la noticia Brynhildr comienza a reír, y dijo He soñado Gunnarr, que yacía en un frío lecho, y tú cabalgabas hacia las garras de tus enemigos, y todos los tuyos caían en desgracia a causa de vuestros perjurios. Te has olvidado de que Sigurdr y tú mezclasteis vuestra sangre por consejo tuyo, y ahora le pagas con maldad todo el bien que te hizo permitiéndote ser siempre el primero. Por el contrario, tú corriste a engañarnos a él y a mí cuando estaba en la casa de mi padre y tenía todo aquello que deseaba…

Gunnarr se da cuenta que Brynhildr se va a quitar la vida y le pide que no lo haga, y ella le contesta nadie podrá evitar que haga lo que ya había decidido pero antes pide hablar con Gunnarr y le dice Esta es mi última voluntad: haz que eleven en la llanura una gran pira para todos nosotros, para mi, para Sigurdr, y para los que han muerto con él. Haz que la cubran con un toldo rojo como la sangre humana y quémame con el rey huno a un lado y los otros hombres al otro, dos a la cabeza y dos a los pies, y dos halcones. Así todo quedará dividido con equidad. Poned entre nosotros dos una espada desenvainada, como cuando compartimos la misma cama y nos declaramos marido y mujer…

Prepararon el cuerpo de Sigurdr según las antiguas usanzas y elevaron una gran pira. Cuando estuvo lista colocaron encima el cadáver de Sigurdr, el asesino de Fáfnir, el de su hijo de tres años, que Brynhildr había hecho asesinar, y el de Guttormr. Y cuando la pira estaba envuelta en llamas Brynhildr se arrojó al fuego murió abrasada junto a Sigurdr, y así terminaron sus vidas.

fuente:

  • Burgundios

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