La Saga de Egil Skallagrimsson




La Saga de Egil Skallagrimsson, parte de la introducción:

9. La Presente Traduccion
9.1. Edición Utilizada

La traducción de la Saga de Egil Skallagrimsson se ha realizado sobre la edición de Sigurdur Nordal en la colección islenzk Fornrit, vol. IL Se ha tenido en cuenta la traducción de Hermann Pálsson y Paul Edwards en la colección Penguin Classics.



9.2. Criterios Lingüísticos Y Ortográficos

En la traducción se han seguido los mismos criterios que en otras anteriores. He procurado mantener algunos rasgos estilísticos muy destacados, como la repetición de palabras, en lugar de introducir en castellano una variación mediante sinónimos que es ajena al original; se ha conservado también, en parte, la alternancia de tiempos (pasado-presente-pasado) que tan típica es del estilo de las sagas. En general, he reproducido en castellano lo que parecen ser rasgos estilísticos, y he sustituido por formas castellanas actuales los fenómenos que, más bien, son propios del sistema de la lengua islandesa medieval (como el uso de artículos, de pronombres, etc.).

He respetado la división en capítulos de la edición de Sigurdur Nordal, pero he añadido títulos que no figuran en la misma; en este sentido, los títulos presentados son siempre propios.

En cuanto a los nombres propios, la cuestión es, como se sabe, de difícil solución. He adoptado una ortografía simplificada, sustituyendo la thorn por th y la ed por d; utilizo, en las vocales, la ortografía moderna. He eliminado, también, las desinencias de nominativo, simplificando las consonantes dobles finales cuando representan asimilación de dicha desinencia; escribo, por tanto, Egil y no Egill, Asgerd y no Ásgerdr, etc. Conservo, en cambio, las consonantes dobles finales cuando no proceden de esa asimilación (así, Thorfinn por Thorfinnr). Conservo, también, los acentos, aunque sea sólo porque contribuyen sobremanera a la apariencia gráfica del islandés, tanto antiguo como moderno.

9.3. Apodos

Los apodos se han traducido en el texto solamente cuando corresponden a apodos usuales en castellano, o cuando son nombres de reyes que se reconocen internacionalmente en traducción. Escribo, por tanto Illugi el Negro, y no Illugí Svarti; Harald el de Hermosos Cabellos, y no Harald Hárfagri; pero Eirík Blódóx, y no Eirík (o Eric) el del Hacha Sangrienta. En los demás casos se traducen los apodos en nota siempre que parece conveniente porque hagan referencia directa a pasajes del texto. Por ejemplo, Kveld-Úlf sigue siendo Kveld-Ulf, y no Lobo Nocturno, pero se traduce en nota porque indica características importantes del personaje; Skallagrím (en lugar de Skalla-Grím) no se traduce en el texto (Grím el Calvo), pero sí en nota, porque en aquél se explica el origen del apodo. Los apodos que no tienen especial relevancia no se traducen tampoco en nota.

9.4. Topónimos

Los topónimos se mantienen en islandés en el texto, excepto cuando tienen una forma castellana conocida (por ejemplo, Curlandia y no Kúrland); en el caso de topónimos ingleses o noruegos he preferido recoger la denominación en castellano, inglés o en noruego actuales (por ejemplo, York, Londres, Trondheim), excepto cuando se trata de topónimos desconocidos hoy día o que resultarían muy difíciles de encontrar en un mapa actual. Los topónimos islandeses se conservan en la ortografía simplificada, pero he procurado añadir traducción en nota, sobre todo cuando tienen relación con algún suceso del texto (por ejemplo, Borg, o los compuestos con el nombre propio, como Hildisey, Stórólfsvellir, etc.). El caso de Fiordo de Borg es caso aparte, pues utilizo este nombre en lugar del original, Borgarfjórd, por su frecuentísima ocurrencia. De paso sea dicho, escribo fiordo en los topónimos como fjord, en lugar de fjúrd, pues esa primera forma es más fácilmente reconocible por el lector de lengua española.

9.5. Antropónimos

Los antropónimos los he conservado en la forma original siempre que funcionan como algo equivalente a un «apellido». Recuérdese que los terminados en -son indican que se trata de «hijo de», y los en -dóttir, «hija de». Cuando el original utiliza el antropónimo en un sentido más «objetivo», se traduce.

9.6. Términos «Técnicos» Y Títulos Nobiliarios

En algunos sectores del vocabulario islandés he tenido que simplificar. Me ha sido imposible encontrar palabras medianamente conocidas y que correspondan con un mínimo de precisión a los diferentes tipos de barcos, y he optado por utilizar términos menos precisos, pero (lejanamente) equivalentes a los islandeses. Aparecen así bote, esquife, barca, barco y demás, que representan embarcaciones que, o por su tamaño o por sus características, tienen al menos algo en común con las vikingas. He considerado que esto es mejor que utilizar los nombres originales; además, las diferencias nunca son tan importantes que una traducción imprecisa, como la propuesta, altere el significado del texto. Lo mismo ha sucedido en otros terrenos, por ejemplo, los distintos nombres para diferentes clases de «alabarda» y otras armas. En el caso de nombres de accidentes geográficos, he procurado traducirlos con la mayor exactitud posible, aunque sin utilizar palabras poco conocidas.

He procurado dar versiones castellanas de los «títulos nobiliarios» noruegos y de algunos puestos administrativos islandeses. He seguido aquí la costumbre más generalizada en otros países, vertiendo jarl como conde, lendr madr como barón, ármadr como senescal, lógsógumadr como narrador de leyes, etc. En las notas se indica siempre el sentido del original. He conservado, sin embargo, el término islandés godi, para el que no existe una denominación mínimamente válida, pues no se trata de un gobernador, ni simplemente de un sacerdote, ni puede utilizarse, por ser demasiado general, el sustantivo jefe. De todos modos, godi es palabra que tiende a generalizarse en la traducción de las sagas islandesas a otras lenguas.

En cuanto a la traducción de los poemas escáldicos, siempre necesariamente insatisfactoria, remito a los puntos correspondientes de la introducción.

La traducción, en resumen, ha procurado mantenerse en el límite entre lo literal y lo libre, aunque se inclina más por lo primero. Es una elección entre las muchas posibles, pero es preciso destacar que la tendencia actual es a someterse mucho más al estilo original que lo era hace algunos años. La traducción inglesa de Hermann Pálsson es bastante libre, pero otras más recientes aparecidas -de la misma Saga de Egil o de otras- en alemán, el neerlandés y otras lenguas tienden más a la literalidad. De todos modos, el atractivo del «estilo de saga» es demasiado grande para ocultarlo (o más aún, falsearlo) en un castellano completamente estándar.

9.7. Notas

Queda por decir que en la elaboración de las notas he seguido en lo fundamental las de Sigurdur Nordal en su edición y las de Halldór Halldórsson en sus Egluskyringar («Notas a la Saga de Egil») del año 1973. Sin embargo, no he incluido notas de carácter textual, excepto cuando las diferencias entre los manuscritos eran significativas, y he añadido otras que son, en mi opinión, estrictamente necesarias para el lector español, pero no lo eran para el lector islandés.

9.8. Pronunciación

En cuanto a la lectura de los nombres y palabras islandesas, téngase en cuenta las siguientes indicaciones:
- el acento va siempre en la primera sílaba;
- los acentos gráficos indicaban vocal larga, pero pueden olvidarse en la lectura;
- la g siempre tiene valor suave, como en gato; nunca representa el sonido de la j ni otros (es decir, no existe la pronunciación inglesa, francesa o catalana de la g);
- las consonantes dobles deben pronunciarse como tales; no debe olvidarse, sobre todo, que ll es una l prolongada y no la elle castellana;
- la j se pronuncia como i consonántica, más débil que la y castellana;
- la ó puede pronunciarse, al modo moderno, como la vocal correspondiente del alemán, equivalente a la eu francesa;
- la y se pronunciaba en la Edad Media como la u francesa o la ü alemana, pero puede pronunciarse i como en islandés moderno;
- la f entre vocales se pronuncia v, pero f en las demás posiciones;
- th (que utilizo en lugar de la thorn) tiene el sonido de la z del castellano central;
- la h es siempre aspirada;
- la z era ts en la época medieval, pero puede pronunciarse s corno en islandés moderno.

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Preparada por Enrique Bernárdez.

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