Los Dichos de Hámdir - Edda Mayor

LOS DICHOS DE HÁMDIR

(Hamdismál)

1 A la puerta llamaron amargas nuevas,
llanto de elfos, los faltos de gozo;
al alba temprana dolores avivan,
cualquiera que el hombre desdicha tenga .

2 No ahora ocurrió ni tampoco ayer,
que ya desde entonces pasó mucho tiempo
- ¡Poco ha de haber la mitad de antiguo-,
que a sus jóvenes hijos Gudrun instó,
la nacida de Giuki, a vengar a Svánhild.

3 «Hermana tuvisteis llamada Svánhild;
Jormunrekk la mató, la pisó con caballos,
los blancos y negros, en ancho camino,
los grises, llevados, corceles godos.

4 ¡Mal os dejaron, oh reyes de pueblos!
i A nadie más tengo que sólo a vosotros!

5 Sola yo estoy como el tiemblo en el bosque ,
de parientes robada como el pino de ramas,
despojada de gusto como de hojas el árbol
cuando día de sol pela-ramas lo coge.»

6 Así dijo Hámdir, el grande en valor:
«Ensalzaste tú menos, Gudrun,
los hechos de Hogni
el día que a Sígurd del sueño sacaron;
en el lecho estabas; los matadores rieron.

7 Tintas en sangre nadaron tus colchas,
las blancas y azules que bien se tejieron;
muerto fue Sígurd, allí con su cuerpo
quedaste sin gozo. ¡Te lo quiso así Gúnnar!


8 Por vengarte de Atli acabaste con Erp
y a Éitil mataste. ¡ Lo sufriste tú más!
i De manera se use la espada mordiente
que pegue en el otro y no en uno mismo! »

9 Así dijo Sorli -ágil la mente tenía-:
«No con mi madre querré discusión,
mas algo yo pienso que aún no dijisteis:
¿Qué es lo que buscas, Gudrun,
que luego no llores?

10 Tus hermanos lloras y buenos tus hijos,
cercanos parientes que en lucha cayeron.
¡También a nosotros, Gudrun, nos has de llorar!
¡Marcados de muerte montamos!
¡Lejos allá moriremos!»

11 Llenos de rabia de casa salieron;
por las húmedas peñas los jóvenes fueron
la muerte a vengar, en sus hunos caballos.

12 Por la senda encontraron al sabio atrevido .

Hámdir dijo:

« ¿ Cómo el negrucho nos piensa ayudar?»



13 Respondió el de otra madre que ayuda la misma
que al otro da un pie a sus parientes daría.

Hámdir dijo:

« ¿ Qué ayuda ninguna el pie da al pie
ni la mano a la mano del cuerpo colgando?»


14 Allá dijo Erp, aquella vez sola,
-glorioso se erguía en su jaca montado-:
« i Cuesta a cobarde mostrarle camino! »
Era, dijeron, muy bravo el bastardo.

15 De la vaina sacaron el hierro envainado,
la espada cortante que alegra a la ogresa ;
un tercio mermadas dejaron sus fuerzas,
al joven pariente allá lo mataron.


16 Sacudieron los mantos, se ciñeron los hierros,
vistieron los nobles sus galas de púrpura .


17 Camino siguieron por lúgubres sendas,
herido al sobrino en la horca vieron,
en el árbol del lobo al viento,
el frío, al oeste de casa;
rebullía el reclamo de grullas ,
no les dio gusto quedarse.


18 Bulliciosa en la sala los hombres bebían;
los godos corceles no oyeron llegar
hasta ya que el valiente avisó con el cuerno.


19 A decirle fueron a Jormunrekk
que habíanse visto hombres con yelmos :
« i Alertas estad! ¡Príncipes llegan!
¡ De grandes señores la hermana matasteis! »


20 Rió Jormunrekk, se atusó los bigotes,
..............................se creció con el vino,
revolvióse los negros cabellos,
su claro escudo miró
en la mano girando su copa de oro:

21«Dichoso estaría si aquí en mi sala
pudiera yo ver a Hámdir y Sorli:
con cuerdas de arco ataré a los mocitos,
en la horca a los nobles pondré,
a los hijos de Giuki.»

22 La gozosa en su fama en mitad de los héroes,
la fina de dedos, al hijo le habló:
«¡Cosas prometen que mal se cumplen!
¿Podrían dos hombres atar o matar
diez cientos de godos en la alta sala?»

23 Hubo en la casa alboroto, rompiéronse copas;
guerreros por tierra yacían
en sangre de pechos godos.


24 Así dijo Hámdir, el grande en valor:
«A tu sala querías, oh Jormunrekk,
que los dos de una madre a verte viniéramos;
ahora tus piernas, ahora tus brazos
los ves, Jormunrekk, al fuego ardiente lanzados.»


25 El de estirpe divina, el Bálder de cota ,
entonces rugió como el oso ruge:
« ¡A pedradas matadlos, pues lanza no muerde
ni filo ni hierro a los hijos de Jónak! »

26 Así dijo Hámdir, el grande en valor:
«¡Malo que abrieses, hermano, el talego ,
conviene el talego dejarlo callado! »


Sorli dijo:

27« Valor sí que tienes, Hámdir, mas no tanto seso,
¡Grave carencia que falte cordura! »

Hámdir dijo:

28 «Sin cabeza estaría si Erp viviese,
nuestro hermano el feroz
que en la senda matamos,
el hombre atrevido, señor inviolable.
¡Muerte le di, me lo urgieron las disas! »

Sorli dijo:

29 « ¡No como lobos haremos nosotros
entrando los dos en disputa,
como hacen de nornas los grises perros
que el yermo voraces moran!

30 Bien peleamos; como el águila en alta rama,
asi sobre cuerpos estamos
de godos caídos por armas.
¡ Gloria alcanzamos famosa,
que ahora muramos o ayer!
¡No vive el hombre una tarde
más que las nornas quieran! »

31 Mataron a Sorli al pie del hastial
Hámdir fue muerto, detrás de la casa.



Estos son los que llaman Los Antiguos Dichos de Hámdir.

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