Una mujer asegura haber encontrado una gruta con más de 700 momias que reaviva la leyenda de la mítica cueva y la Guardia Civil resta crédito a su presunto descubrimiento
El presunto hallazgo de una enorme cámara mortuoria de origen guanche con más de 700 momias ha revolucionado en los últimos días a media isla de Tenerife y ha hecho renacer en muchos canarios una idea que, mitad leyenda, mitad investigación científica, estimula desde hace años la imaginación y el estudio de los aborígenes: la Cueva de las Mil Momias.
El detonante del revuelo ha sido el supuesto descubrimiento realizado por un equipo de investigadores encabezados por una mujer que ya acumula más de 1.300 seguidores en su cuenta de la red social Facebook. Allí describe la que podría ser esta mítica cueva, cuya ubicación no revela, y aprovecha para arremeter contra quienes la han calificado de «mentirosa» y han lanzado otros improperios menos suaves.
Su testimonio no es baladí ni ha pasado desapercibido para la Guardia Civil. Respecto del fondo de la cuestión, el presunto hallazgo de una cueva repleta de momias guanches, que vendría a ser un lugar reservado para enterramientos y, por tanto, presumiblemente sagrado, toca uno de los asuntos más sensibles en Canarias, como es la posible evidencia de que haya aún cuevas no descubiertas con decenas de cadáveres de aborígenes momificados. La emblemática, por el misterio que la rodea, es la de las mil momias en la isla del Teide.
Desde el punto de vista histórico, en teoría en 1764 se localizó una gruta a la que denominaron la Cueva de las Mil Momias, también conocida como Cueva de los Menceyes, porque se cree que fue la última morada de los jefes tribales guanches.
Los científicos e historiadores la sitúan en el barranco de Herques, entre los municipios de Fasnia y Güímar, y en su interior encontraron un importante grupo de guanches momificados. Este descubrimientosignificó un hito en el campo de la arqueología prehispánica canaria, salvo por una particularidad: se desconocen las coordenadas exactas de la cueva. En otras palabras, no se sabe dónde está, hasta hace unos días al menos.
Después de más de dos siglos de enigma, un libro y especulaciones sobre esta cavidad, una mujer dice haber hallado lo más parecido a esta cueva. Sin embargo, la Guardia Civil, que sigue sus pasos en dicha red social, ha restado credibilidad a sus palabras. Ella ha anunciado una futura rueda de prensa en la que aportará pruebas de lo encontrado.
De momento, afirma que en la cueva, localizada en las inmediaciones de Ifonche, Adeje, también hay «2.731 pieles escritas llenas de información», así como 2.100 tinajas, cuchillos, agujas y otros utensilios.
Incombustible al desaliento, en otras notas colgadas en su cuenta desgrana otros hallazgos igual de singulares. «Se ha localizado un cementerio entre Güímar y Santiago del Teide; un enorme, pero enorme, cementerio que se demuestra que nuestros antepasados no servían de estiércol. Ese cementerio es una cueva enorme, pero enorme la cueva. Van alucinar cómo están colocados los cuerpos. Parece mentira que personas que dicen que son tan inteligentes, que han escrito libros y que me desmienten, digan que nuestros pobres ancestros, con todo lo que sufrieron y pasaron, digan que los usaban como estiércol», asegura en su cuenta de Facebook.
A renglón seguido, da detalles sobre lo que el equipo vio en su recorrido por el interior de esta cueva. «Se diría que hasta el fondo está llena de cuerpos, uno al lado del otro, y están a la altura de un poco más de 30 centímetros. La cueva medirá como de 300 a 500 metros de profundidad, se cree, ya que las medidas son orientativas».
En esta nota del 13 de agosto narra que para las personas que entraron fue «impactante» contemplar «tantos y tantos cuerpos», mientras que en otra nota advierte que tiene las capturas de pantalla de todos aquellos que la han insultado.
A la espera que desvele las pruebas del hallazgo de la hipotética gruta guanche, como recuerda el escritor canario Alberto Vázquez Figueroa, al referirse al libro publicado en 2010 por Antonio Tejera Gaspar, David Galloway, Daniel García y Juan Francisco Delgado: «La Cueva de las Mil Momias ofrece el siempre fascinante atractivo del misterio que rodea el hecho de que nuestras Islas Canarias fueran uno de los muy contados lugares del mundo en los que se consiguió que los cuerpos de los difuntos se conservaran en perfecto estado pese al transcurso de los siglos».
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